4 de abril de 2014

Que es Siete Colores?

Siete Colores hoy es un taller de juegos donde se promueve el desarrollo integral del ser a través de la pedagogía Waldorf, co-creando un espacio comunitario donde los niños y los adultos que acompañan aprenden juntos, cada día. 
Funcionando actualmente en Sierra de la Ventana, provincia de Buenos Aires, en un garaje acondicionado a aula pero con proyección real a poder adquirir un terreno, casa a reciclar y/o poder construir de cero.
Este espacio educativo se basa en la libertad, igualdad y fraternidad. Basados en el respeto a la diversidad e integralidad, la ecología y la permacultura, la carpintería, el trabajo en barro, la huerta orgánica, la sana alimentación y nutrición del niño, la armonía entre cuerpo-alma-espíritu, y sobre todo, pensando que es un derecho de todos coexistir y poder tener una alternativa educativa que se enfoque en el desarrollo del ser para aprender sobre nosotros mismos.
El auto-conocimiento, el desarrollo físico, la vida social,  el arte y la autosustentabilidad son los pilares de este taller de niños y de adultos comprometidos en hacer de este jardín una segunda casa para ambos, donde la responsabilidad, el compromiso y la libertad sean el verdadero camino pedagógico.
Las clases comienzan a las 8:30 de la mañana cada día hasta las 12:00, de Lunes a Viernes. Los padres pueden acompañar desde afuera o desde adentro, como lo sientan o como sea lo mejor para ellos. La guía de los niños (preferimos renombrar así a la maestra jardinera capacitada en pedagogía Waldorf) llega media hora antes para preparar el aula, decorar con la “idea” del día, pensar su desayuno, armar su espacio, meditar sobre cada uno de sus nenes y llenar de magia y alegría el lugar. Cada día una persona hará de pivot ayudando a la maestra, complementando, estando en los detalles y solo participando como observador atento a las necesidades del guía y de los niños (pueden ser padres, abuelos, tíos, amigos y cualquier familiar que sienta el llamado real de poder colaborar o sostener). A esta edad tan tempana (de 2 a 6 años) la única forma de aprender es jugando, desarrollando la creatividad a través del arte y complementado todo con la actividad física y la acción para el óptimo desarrollo del cuerpo del niño, sus órganos y sus funciones. Todo esta pensado con un estudio al detalle del conocimiento del ser humano a través de la Antroposofía, base de la pedagogía Waldorf.
Este futuro jardín de infantes (en trámite de legalización formal) será el trampolín para una escuela de idénticas características holísticas yd e transición, siempre apoyados por la pedagogía Waldorf y la Antroposofía. 
El principio de transmitir de forma lúdica el sentido de la responsabilidad tanto individual como social, asi como el real conocimiento de uno mismo, es la intensión que sostiene a esta futura escuela, la cual está siendo construida nuestras propias manos.

Quiénes somos?

Un grupo de personas: padres y madres, abuelos y abuelas, tios y tias, hermanos y hermanas, amigos y amigas… adultos comprometidos realmente desde el corazón por esta transición educativa que el planeta está viviendo… comprendiendo que los niños de hoy en día nacen con características únicas que nos promueven un doble cambio: ya a los adultos a cambios personales, de vivir, de ser… como a la sociedad a dar un giro en la educación, la casa, el aula, etc. Sus formas de aprendizaje, su hipersensibilidad, su inteligencia emocional y su memoria celular… todas estas capacidades nos llevan a evolucionarnos.
Trabajamos juntos, en unidad, con una misión clara: los niños. Nos apoyamos en la economía fraterna, la autosustentabilidad, la autogestión, la responsabilidad individual y el compromiso social.
La familia es la base de la educación, como así también los padres son responsables de la educación de sus hijos (según la Ley de Educación Nacional - nro 26.206). De esta el compromiso es total con la educación, con los niños y educadores, prioridad de nuestros días su formación y el correcto desarrollo y funcionamiento del proyecto pedagógico Siete Colores.
Es un jardín de puertas abiertas donde se generan vínculos, visitas, intercambios y experiencias. Siempre en amigabilidad con el sistema… intentando “coexistir” no reaccionar ante ningún sistema educativo actual, porque la única forma de construir es desde el amor.
Al ser auto-sustentables nosotros mismos contribuimos al sueldo fijo de la maestra, pero sin arancel pautado por niño porque sostenemos y pensamos que cualquier persona puede acercase, cualquier niño tiene la posibilidad de participar, por eso cada padre o tutor colabora como lo sienta: con su tiempo, con su mano de obra, con dinero, con comida, con lo que pueda o vea posible a sus necesidades, pero con responsabilidad y compromiso de participar, de hacer, de incluir, de su propia voluntad, de amar y de respetar.
El niño aprende por imitación (para él es tan importante como respirar), la acción y el ejemplo es todo en esta etapa, por eso la búsqueda sabiéndonos responsables de esto y buscando ser impecables con nuestro propio ser y nuestro entorno, intencionamos niños sanos, felices y libres. Porque el cambio viene desde adentro de cada uno de nosotros, porque somos el cambio que queremos ver en el mundo, en unidad.

3 de abril de 2014

Hacia dónde vamos?

A desarrollar una ONG que nos permita sustentar el proyecto, recibir donaciones, organizar talleres, encuentros, eventos, jornadas de intercambio… todo desarrollado en un marco legal y con una responsabilidad civil real.
Como educadores y educadoras debemos procurar que el niño disponga del tiempo y el espacio necesarios para su desarrollo. Ello contribuye de forma esencial a fomentar la autonomía creativa en la edad adulta.
Queremos brindarle a los niños una escuela que genere entusiasmo genuino por aprender, un espacio que evoque reverencia y gratitud hacia la vida, las personas y la tierra. Una escuela que integre el sentir, el pensar y el hacer, para formar seres humanos sensibles, inteligentes y activos en la creación de un futuro mejor.
El sistema es muy vasto, cualquier intento de provocar un cambio podría llegar a ser una tarea colosal, pero siempre se puede trabajar en el sub-sistema, para lograr que esta transfiguración suceda en el mundo. Como educadores, cada uno de ustedes lleva esta responsabilidad sagrada. La responsabilidad sagrada de fabricar un sistema educativo eficaz, que no sólo prepare a los estudiantes para enfrentar los desafíos de la sociedad sino que los moldee en seres humanos con un mayor sentido de valor y libertad interior. Nutre al niño con el mayor cuidado y preocupación, para que resulte natural para el niño el corresponder ese amor. Ayuda al niño a aceptar sus fracasos, para que de forma natural se haga más fuerte para enfrentar los desafíos de la vida.
Confía en el niño, de modo que también aprende a confiar. Abraza al niño cuando se equivoca, para que aprenda el hermoso arte del perdón.
Por encima de todo, enseña al niño la necesidad de ser parte integral de sí mismo. Deja que el niño aprenda a enfrentarse a sus emociones, pensamientos, deficiencias e incapacidades. La verdad facultará al niño con un enorme poder, coraje e inteligencia para manejar la vida. Naturalmente a través del curso de la vida, encontrarás al niño floreciendo como un ser exitoso. Recuerda, de ti no solo depende el ofrecer consejos, sino vivir lo que aconsejas para que el niño aprenda de ti. Como maestros, como sean ustedes, modelarán el futuro de ellos para que se conviertan en lo que ven. Un modelo apropiado ayudaría a generar el correcto tipo de pensamientos en el niño, y los pensamientos forman la acción de uno. Acciones repetitivas dan lugar a hábitos. Los hábitos moldean valores propios. Los valores dan forma a nuestro carácter y el carácter moldea nuestro destino. Esta sería la causa de un gran destino; sé lo que predicas.

Que es un taller de juegos con orientación Waldorf?

Taller para niños es un espacio de juegos creado para los niños es uno del los ideales del trabajo pedagógico. Cuando los niños entran el hogar parece la sala una enorme y acogedora cocina, o una sala de estar con rincones de juegos. Los “juguetes” se encuentran guardados en grandes cestas. Parece una colección de objetos encontrados en el bosque, en un sendero o en la playa: trozos de ramas, piñas, piedras, castañas, conchas – y también pañuelos, a veces de colores, bien doblados y colocados unos sobre otros. Todo es simple, todo es versátil. Nada está “terminado”. El desayuno se prepara en común y los niños también ayudan. Se pone la mesa de forma ordenada y todos comen juntos después de dar gracias al sol y la tierra. Los educadores y educadoras trabajan; cocinan, limpian, ordenan la sala, cuidan el jardín. Trabajan ante los ojos de los niños. Los niños juegan, construyen, mueven los pequeños muebles. Aparecen casas, barcos, ferrocarriles. Experiencias del mundo de los adultos o de la propia fantasía toman vida. Los pañuelos se transforman en animales o muñecos. Los educadores y educadoras crean este marco como imagen; los materiales de juego y el tiempo generosamente organizado crean el espacio necesario para que el niño pueda vivir intensamente sus juegos de imitación.
 Este futuro Jardín de Infancia Waldorf no es un mundo adulto en pequeño tamaño artísticamente dispuesto, en el cual los niños, bien mediante juguetes coloridos, o de acuerdo con los deseos del adulto, son incitados al juego. El Jardín de Infancia es un espacio construido de forma artística, en el cual todo se haya sin terminar, donde educador, padres y niños tienen que trabajar al máximo. El trabajo en la sala, el patio y el jardín crea esa atmósfera productiva en la que el niño puede desarrollarse libre de ideas prefijadas de juego. Las mejores fuerzas del ser humano, la fantasía y la iniciativa, comienzan a desarrollarse y a tener sus efectos paulatinamente. Manfred Schulz
Desde el punto de vista del adulto el juego y el trabajo son opuestos. A menudo se piensa que el juego infantil es superficial, incidental y no tiene importancia alguna. Sin embargo, ante los ojos del educador atento el juego del niño se muestra como un hacer dotado de profunda seriedad. El niño desarrolla en el juego no sólo la habilidad corporal y la diferenciación de capacidades, sino también la fantasía infantil plena de voluntad que más adelante se expresará como iniciativa, como fuerza creativa. A menudo son los adultos quienes a través de su comportamiento o mediante un juguete inadecuado distorsionan la capacidad del niño para jugar con total entrega. Cómo se comporta un niño en el juego expresa mucho de la forma en que más adelante actuará en la vida como adulto, afrontará su profesión y realizará su trabajo. El trabajo del adulto tiene objetivo y meta, el juego del niño está libre de objetivos pero lleno de vida y apoya su desarrollo progresivo.
Los sentidos del niño están abiertos a todo aquello que le llega desde su entorno, desde el adulto. Y por este motivo son pocos los materiales apropiados para cultivar un desarrollo sano de los sentidos; el niño a través de la imitación del adulto, del educador, debe ser movido conscientemente a jugar un juego pleno de fantasía, de forma que pueda aprender la cualidad de la iniciativa, la moralidad y los buenos hábitos. No la instrucción, sino la imitación de la actividad y del comportamiento del adulto son los principios del aprendizaje en los primeros años de la infancia. “A ser hombre” se aprende tomando como imagen al adulto.¿Qué daños produce la televisión en el niño en desarrollo? Expertos en pedagogía de medios de comunicación están de acuerdo en un punto: buscan vías para, a través de una instrucción intelectual, acabar con las frustraciones, brutalidades y experiencias de choque que el niño recibe a través de la televisión. No solamente es decisivo el contenido de la emisión, sino también la pasividad impuesta por el televisor y el “engaño” de los sentidos provocado por la técnica televisiva. Cuando a “ser hombre” solamente se puede aprender a través del ejemplo de un adulto, queda claro qué tipo de educador es la televisión. Apagar la televisión no es suficiente. Padres y educadores pueden a ayudar a superar este proceso mediante oportunidades alternativas, a través de una dedicación atenta, del calor, la protección y la ayuda para superar los peligros a los que se enfrenta el mundo infantil.